Emmanuel: un grande de verdad
El mexicano revalidó su enorme popularidad en Chile, ahora con un show menos visual en cuanto a coreografías, pero mucho más sólido en lo musical. El hace su «alucinante» balance.
Hubo cierta incomodidad en su rostro apenas se subió a la limusina que lo llevó raudamente al hotel «Miramar» luego de su larga expedición por la Quinta Vergara la noche del domingo.
Y es que a Emmanuel le disgustó que el sonido confabulara contra el comienzo de su espectáculo, en una faena que, por momentos, pareció sería tan poco feliz en las mesas de audio como la de aquella noche con Ana Gabriel.
"Pero, felizmente - dijo el mexicano -, a poco caminar resolvimos gran parte del tema. Y digo resolvimos, porque pienso que la gente que hace este Festival siempre quiere lo mejor. Yo, que he viajado por gran parte del mundo, puede decirles que Viña del Mar es el único lugar donde se trabaja con sonido directo, donde se va en directo a la televisión. Por eso tiene ese embrujo, esa magia que lo hace especial en el mundo entero. No es tan gravitante, desde mi perspectiva, lo que proyecta como lanzamiento para un artista, sino cómo ese artista capitaliza todo lo que significa Viña del Mar.
¿Por ejemplo...?
En términos de imagen, de las maravillosas opciones que da para registrar lo que allí ocurre en video, por la inmensa cantidad de cobertura periodística.
Emmanuel quedó impresionado con la cantidad de público que lo esperó hasta las dos de la mañana para verlo en acción. Fue tal el recibimiento, que se animó a cantar casi todo su espectáculo - ese que preparó en Nueva York especialmente para Viña, incluida la pareja de bailarines - y quedarse hasta las 3:15 de la mañana electrizando al público con su «Chica de humo».
Significativamente más sólido en términos de repertorio, en comparación con su última visita en el verano del '89, Emmanuel preparó un esquema de canciones que balanceó con temas de reciente impacto, como «No he podido verte» y «Bella señora», en una fuerte apertura que lo llevó luego a una sucesión de éxitos como «Con olor a hierba», «Tengo», «Pobre diablo», pasar luego al histórico compacto con el resumen de sus hits de venta mundial: «Todo se derrumbo», «Tú y yo», entre otros. Hay que consignar que todavía, después de casi una década, Emmanuel mantiene el récord de ventas de su elepé «Intimamente», aquel que le escribiera Manuel Alejando, que ya suma ocho millones de copias en todo el mundo. Y sigue marcando.
"Por eso no dejo de incluir esos temas, porque son parte viva de mi música y, creo, de la música en Hispanoamérica".
Emmanuel, alucinado, con el respaldo que encontró en la Quinta Vergara, comentó que "recién estamos afinando la banda para la gira continental. Viña es el primer paso para ir poniéndonos todo un poco. En esa especie de orquesta multinacional - hay venezolanos, mexicanos, norteamericanos -, siempre supimos que rodar y rodar el show es la única manera de llegar al nivel deseado".
Coincidiendo con muchos observadores, el mexicano extraña un estímulo más fuerte para los artistas en la Quinta Vergara. Le quedó claro que una Antorcha, por ejemplo, le plantea un doble desafío al artista; marca una diferencia, se va tras un objetivo.
"Tenía una motivación muy especial para el artista; el público tenía un rol y uno, un compromiso. Ahora, pareciera que no hay un punto donde se desembarca, donde queda claro que lo que se entregó es compartido con el público".
Ecologista, al fin, dedicó un mensaje de madrugada al público que se apostó en lo más alto de la Quinta Vergara, en los árboles, con grandes pancartas.
“Ustedes son los hombres del mañana. Dejémosle un mundo mejor a nuestros hijos. Cuidemos el planeta. Saquemos el humo negro de Santiago de Chile”, dijo Emmanuel, quien en un momento de gran emoción, dijo, lanzó su sombrero a la platea en inequívoca señal de satisfacción con todo lo que le estaba ocurriendo.
La noche final, Emmanuel cambió levemente su show. Incluyó temas como «Quisiera» y «Causa perdida» (cuyo video fue muy difundido en Chile) para demostrar, tal como se pronosticó, que lo suyo fue a la postre uno de los momentos más sólidos del Festival; una verdadera estrella de la canción internacional, y la mejor figura masculina de habla hispana que estuvo en Viña del Mar 1992.
Hubo cierta incomodidad en su rostro apenas se subió a la limusina que lo llevó raudamente al hotel «Miramar» luego de su larga expedición por la Quinta Vergara la noche del domingo.
Y es que a Emmanuel le disgustó que el sonido confabulara contra el comienzo de su espectáculo, en una faena que, por momentos, pareció sería tan poco feliz en las mesas de audio como la de aquella noche con Ana Gabriel.
"Pero, felizmente - dijo el mexicano -, a poco caminar resolvimos gran parte del tema. Y digo resolvimos, porque pienso que la gente que hace este Festival siempre quiere lo mejor. Yo, que he viajado por gran parte del mundo, puede decirles que Viña del Mar es el único lugar donde se trabaja con sonido directo, donde se va en directo a la televisión. Por eso tiene ese embrujo, esa magia que lo hace especial en el mundo entero. No es tan gravitante, desde mi perspectiva, lo que proyecta como lanzamiento para un artista, sino cómo ese artista capitaliza todo lo que significa Viña del Mar.
¿Por ejemplo...?
En términos de imagen, de las maravillosas opciones que da para registrar lo que allí ocurre en video, por la inmensa cantidad de cobertura periodística.
Emmanuel quedó impresionado con la cantidad de público que lo esperó hasta las dos de la mañana para verlo en acción. Fue tal el recibimiento, que se animó a cantar casi todo su espectáculo - ese que preparó en Nueva York especialmente para Viña, incluida la pareja de bailarines - y quedarse hasta las 3:15 de la mañana electrizando al público con su «Chica de humo».
Significativamente más sólido en términos de repertorio, en comparación con su última visita en el verano del '89, Emmanuel preparó un esquema de canciones que balanceó con temas de reciente impacto, como «No he podido verte» y «Bella señora», en una fuerte apertura que lo llevó luego a una sucesión de éxitos como «Con olor a hierba», «Tengo», «Pobre diablo», pasar luego al histórico compacto con el resumen de sus hits de venta mundial: «Todo se derrumbo», «Tú y yo», entre otros. Hay que consignar que todavía, después de casi una década, Emmanuel mantiene el récord de ventas de su elepé «Intimamente», aquel que le escribiera Manuel Alejando, que ya suma ocho millones de copias en todo el mundo. Y sigue marcando.
"Por eso no dejo de incluir esos temas, porque son parte viva de mi música y, creo, de la música en Hispanoamérica".
Emmanuel, alucinado, con el respaldo que encontró en la Quinta Vergara, comentó que "recién estamos afinando la banda para la gira continental. Viña es el primer paso para ir poniéndonos todo un poco. En esa especie de orquesta multinacional - hay venezolanos, mexicanos, norteamericanos -, siempre supimos que rodar y rodar el show es la única manera de llegar al nivel deseado".
Coincidiendo con muchos observadores, el mexicano extraña un estímulo más fuerte para los artistas en la Quinta Vergara. Le quedó claro que una Antorcha, por ejemplo, le plantea un doble desafío al artista; marca una diferencia, se va tras un objetivo.
"Tenía una motivación muy especial para el artista; el público tenía un rol y uno, un compromiso. Ahora, pareciera que no hay un punto donde se desembarca, donde queda claro que lo que se entregó es compartido con el público".
Ecologista, al fin, dedicó un mensaje de madrugada al público que se apostó en lo más alto de la Quinta Vergara, en los árboles, con grandes pancartas.
“Ustedes son los hombres del mañana. Dejémosle un mundo mejor a nuestros hijos. Cuidemos el planeta. Saquemos el humo negro de Santiago de Chile”, dijo Emmanuel, quien en un momento de gran emoción, dijo, lanzó su sombrero a la platea en inequívoca señal de satisfacción con todo lo que le estaba ocurriendo.
La noche final, Emmanuel cambió levemente su show. Incluyó temas como «Quisiera» y «Causa perdida» (cuyo video fue muy difundido en Chile) para demostrar, tal como se pronosticó, que lo suyo fue a la postre uno de los momentos más sólidos del Festival; una verdadera estrella de la canción internacional, y la mejor figura masculina de habla hispana que estuvo en Viña del Mar 1992.
Las Ultimas Noticias, febrero de 1992
2 comentarios:
valga una precisión a esta nota de prensa, en cuanto a que en el repertorio de esa noche Emmanuel no interpretó "Causa Perdida"
ESE FUE EL UNICO AÑO QUE NO PUDE ESTAR PRESENTE EN VIÑA,TUBE QUE CONFORMARME CON VER A MI QUERIDO IDOLO DEL ALMA EN CASITA,TENIA UNOS DIAS DE NACIDA MI PRINSECITA Y ELLA FUE EL MOTIVO POR EL CUAL NO FUI,PERO LO VI TODO Y ESTUBO MARAVILLOSO COMO SIEMPRE MI QUERIDO REY AZUL
rociomb2005@hotmail.com
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