El intérprete cantó para 2 mil seguidores en Temuco
Contundente show protagonizó anoche Emmanuel
El mexicano de 53 años demostró ayer que sigue fuerte en la música. Con estilo y experiencia abrió su gira por Chile
Eduardo Henríquez Ormeño
“Toda la vida” esa canción resume la esencia de Emmanuel después de verlo en el concierto que ofreció anoche en el Gimnasio Olímpico Regional de Temuco.
El cantante mexicano no ha cambiado mucho a sus 53 años, y en el buen sentido de la palabra. Su empatía con el público, su magnetismo, dominio escénico y voz se mantienen, para bien, a favor de un Emmanuel entero, maduro y artista de pies a cabeza.
Anoche, regaló a cerca de 2 mil espectadores, en su mayoría mujeres de varias generaciones, un show redondo, contundente, en el que incluyó todos los grandes éxitos que ha logrado instalar en el consciente colectivo de Latinoamérica a lo largo de 32 años de carrera musical.
Cerca de las 20:30 horas comenzó el concierto. Bastó que él apareciera en el escenario para que la euforia se desatara en el gimnasio temuquense, signo que marcaría una reacción incansable a lo largo de su espectáculo, de parte de sus seguidores y seguidoras, que lo apoyaron con igual energía canción tas canción.
Un medley o popurri de canciones bailables abrió la noche musical “No he podido verte”, “Es mi mujer” y “Bella señora” levantaron el ánimo y levantaron literalmente de sus asientos a las casi 2 mil personas que había en el recinto.
Fueron 24 canciones las que interpretó anoche Emmanuel. Dieciocho había interpretado antes del primer bis y una más llegó para su tercera entrada y último bis, “Corazón de melao”, que con ritmo latino cerró el recital, un recital que trajo buena onda y mucha energía a un día martes. La única observación al concierto es la inapropiada acústica que tiene el Gimnasio Olímpico.
¿Qué me dicen? No las oigo bien, ¿niño?, ¿chiquito?, ¿bichito rico? Parecer que quieren comerme (Emmanuel, en su concierto en Temuco)
Los puntos altos
Puntos altos hubo muchos, sin exagerar, durante el primer concierto que ofreció en Chile Emmanuel en esta gira 2008 y que precisamente tuvo lugar en Temuco. Los puntos altos los anotó cada canción emblemática del cantante, que a modo de people meter se podían medir por los gritos de emoción: A las 21:00 horas, “Hay que arrimar el alma”. Minutos después “Poble diablo”, “Quiero dormir cansado” y “Detenedla ya”. A las 21:25 horas, “Este terco corazón”, “tengo mucho que aprender de ti”, y suma y sigue.
El cantante demostró anoche que, como sus canciones, mantiene la esencia que le dio popularidad.
Anecdotario del concierto
Bufandas y una chica en brazos
Entregó algo más que música en la Araucanía
Si bien la música fue la que primó para el éxito rotundo de Emmanuel anoche en Temuco, hubo pequeños episodios que enriquecieron el encuentro entre el cantante y el público local.
Con gran manejo y una especial dedicación a sus seguidoras, el artista se tomó la molestia no sólo de tocar manos y besar manos y rostros de las mujeres que se agruparon para verlo al pie del escenario, también se dio tiempo para firmar autógrafos mientras interpretaba alguna de sus canciones. Con una pierna en alto, el micrófono en una mano y un lápiz en la otra, el mexicano regaló más de una rúbrica a sus entusiasmadas espectadoras.
Cómo los ánimos estuvieron siempre arriba, a pesar de las baladas, y las “chicas” estaban contentas, no faltó la atrevida que logró subir al escenario. La afortunada consiguió un beso y un abrazo de Emmanuel mientras un guardia la tironeaba para regresarla a su lugar. En ese momento el cantante dejó de cantar, la tomó en brazos y la acercó a la cancha.
Y hubo más. En un gesto de cariño las fans le lanzaron bufandas al cantante, que un momento del show llegó a usar cuatro o cinco de ellas y no se las quitó hasta mucho rato después sólo para devolverlas a la masa.
Si bien la música fue la que primó para el éxito rotundo de Emmanuel anoche en Temuco, hubo pequeños episodios que enriquecieron el encuentro entre el cantante y el público local.
Con gran manejo y una especial dedicación a sus seguidoras, el artista se tomó la molestia no sólo de tocar manos y besar manos y rostros de las mujeres que se agruparon para verlo al pie del escenario, también se dio tiempo para firmar autógrafos mientras interpretaba alguna de sus canciones. Con una pierna en alto, el micrófono en una mano y un lápiz en la otra, el mexicano regaló más de una rúbrica a sus entusiasmadas espectadoras.
Cómo los ánimos estuvieron siempre arriba, a pesar de las baladas, y las “chicas” estaban contentas, no faltó la atrevida que logró subir al escenario. La afortunada consiguió un beso y un abrazo de Emmanuel mientras un guardia la tironeaba para regresarla a su lugar. En ese momento el cantante dejó de cantar, la tomó en brazos y la acercó a la cancha.
Y hubo más. En un gesto de cariño las fans le lanzaron bufandas al cantante, que un momento del show llegó a usar cuatro o cinco de ellas y no se las quitó hasta mucho rato después sólo para devolverlas a la masa.
Con una gran sonrisa Emmanuel entró al escenario del Gimnasio olímpico
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