15 de enero de 2008: El programa “Estudio Bilboard”, de la cadena de televisión pública estadounidense V-Me, realiza una extensa entrevista a Emmanuel acerca de su historia de vida y música. Les dejamos algunos pasajes de la entrevista:
¿Y qué dijo tu papá cuando le dijiste que quería ser torero?
No, en mi casa todos se volvieron locos, que no.
Porque se morían del susto obviamente.
Yo creo que ningún torero quiere que su hijo sea torero.
Pero yo me imagino que después de estar toreando en una plaza de toros y además con un toro enfrente que te puede matar, salir y cantarle a un estadio de 20 mil personas debe ser cómo tomar agua.
No, ¿eh? Tomar agua es eso, pero es otro toro al que tienes enfrente. Yo, te digo la verdad, yo cuando salía a cantar, la primera vez que salía cantar no sentí miedo, sentí... había pasado mucho miedo en la plaza, o sea, ese momento que tu estás con el capote, que ya toreó este y que va a salir otro toro y que te toca a ti y es un silencio y la gente está y tú no escuchas a la gente y no escuchas a los que están a tu lado y estás: “¿Qué va a salir por ahí? Porque no sabes qué va a salir, ¿no? por la puerta. Entonces cuando sale el toro que nadie lo toreó antes, eso es otra cosa ¿no? Entonces, yo cuando salí a cantar la primera vez no, no sentía el miedo pero sí sentía el nervio.
Y tú eres, cuando cantas, muy teátrico. Yo siempre que digo el nombre Emmanuel, la gente me hace un gesto que es típico tuyo. ¿Esto es un poquito de transferencia de la plaza de toros al escenario o nunca lo pensaste así?
Puede ser. Puede ser, yo hacia muchos ejercicios con el cuerpo y entrenas mucho, como los boxeadores, haciendo sombra tú con una muleta, te imaginas el animal, toreras. A mí me gustaba el rock pero me gustaba también la parte romántica, ¿no? Entonces los pies los mueves, los bailas pero una canción romántica del grupo Heavy Metal o el más picudo que tú me traigas ahorita, cuando llega la canción de amor esa canción de amor se va por encima de todas las rítmicas de ese mismo grupo. Porque todo mundo se enamora y todo el mundo tiene que decir te amo y lo dices: te amo. No dices: ¡te amo! y sales corriendo, ¿no? Entonces, ese momento íntimo pues todos los seres humanos lo tienen, todos los artistas, todos los músicos, lo escriben y son grandes éxitos, ¿no? Entonces yo empezaba a cantar esas canciones románticas pero dentro de mí y de mi formación musical de niño había una cuestión de desarrollo corporal que no la podía sacar, o sea, yo no podía cantar “ah, al final” y moverme. Entonces empecé a cambiar mis propias canciones, meterle más rítmica a esas canciones y empezó a brotar una necesidad de expresión corporal que mucha gente me dice: es baile. Yo no sé si es baile o no es baile. Sí sé que es una expresión corporal que brota en ese momento porque es una cuestión que tiene que ver con lo que estoy sintiendo y lo que me está pidiendo el cuerpo.
Y cuéntanos un poquito la historia de Detenedla ya.
Ah, esa historia es genial. Esa historia Manuel Alejandro la escribe, esa canción, nosotros estábamos terminando el disco de “Pobre Diablo” que se llama “Emmanuel” y me toca una canción a manera de bolero y me dije: oye, mira, esta canción no es para ti. Le digo ¿y para qué la tocas? No, porque quiero que me des tu opinión porque se la voy a dar a tal artista.
Entonces dice: y la empezó a cantar como bolero no entonces era: Detenedla ya... Así la cantaba. Que es una ladrona, detenedla. Y yo empecé a escuchar la letra y los tres cambios que tiene la canción y dije: ¡Guau!, es un canciononón, sobre todo lo que está diciendo la letra, ¿no? y melódicamente la descubrí un poquito después porque me la cantó así. Le dije: “Oye no, no se la ves a nadie”. Es que es muy adulta, no es para ti. Le dije: “No, no, no, pues vamos a rejuvenecerla, vamos a ponerle 15 años de edad, quítale 20. Métele cirugía. Maravilloso, es una bomba la canción.”
¿Qué momento ha sido más significativo para ti?
Yo creo que hay muchos momentos significativos, yo creo que tu primer sueño es grabar una canción. Bueno, ya hiciste tu primer disco, sale el disco a la venta y de pronto lo están sonando en la radio, pues ya significa algo. Y entonces de pronto te dicen que tu canción no funcionó, pues también significa algo.
[Risas]
Y luego que la siguiente le fue mal pero que tu disco no vendió nada y que ¿por qué no escribes de otra manera y no te vistes diferente? Que eso me decían a mí, ¿eh? Por supuesto el día que me escogieron, que me dijeron que me iban a lanzar como la voz del Heraldo pues fue un momento padrísimo, fue un momento muy fuerte, yo recuerdo que salí a cantar, cerré los ojos como siempre, ahorita te canté con los ojos cerrados, es como hacer el amor. No podemos hacer el amor con todos los reflectores y la familia aplaudiendo: bravo, bravo, fenomenal! No se puede, ¿entiendes? es a media luz. Yo creo que la música se tiene que escuchar a media luz para que las sensaciones visuales no te alteren. Y me acuerdo que yo canté así y cuando terminé me dijo: oye, pues nunca abriste los ojos. No, es más, no me acuerdo ni de haber cantado. Estaba en frente de mí María Félix, don Pedro Vargas, Raphael y 150 artistas más porque era la fiesta más importante y yo venía de los toros y de pronto me puse a cantar enfrente de una cámara que bueno, ahorita vemos a la cámara y ya entiendes que a través de la cámara nos está viendo muchísima gente a donde tienes que llegar. Y verdaderamente todos nosotros tenemos que llegar a través de la cámara a millones de gentes que nos están viendo, ¿no? ¿Qué pasó en el estudio, estuvo padre, no estuvo tan padre? Sí es importante pero es mucho más importante qué ocurrió allá y qué enseñamos allá. Pero yo esto no lo sabía, entonces yo vi un robot, entonces... cerré los ojos, dije: hasta luego robot, porque pues no me vas a dar nada, yo no entendía, cerré los ojos y adiós.
¿Y qué cantaste?
Canté esa: “En mis Lágrimas Bebí”. Y bueno, eso fue significativo; después haber cantado con don Pedro Vargas, con Lola Beltrán...
Oye, y no quiero que se me vaya la hora sin que hablemos un poquito de tu fundación. Ahora que te preguntaron que qué le dirías a los jóvenes yo pensé que ibas a decir algo sobre el ambiente, que ha sido una causa tuya por muchos años y que ha sido una manera de vivir tuya, ¿no?
Ora, a la juventud en estos momentos se les está enseñando un respeto al medio ambiente, pero ya es obligado, esto ya es a la fuerza, o lo respetamos o el medio ambiente se hará cargo de llevarnos al tranvía, ¿no? entonces nosotros tenemos que respetar esto que nos dieron, que es bellísimo. Esto es la naturaleza. Y yo vivo gracias a esto, no gracias a que canto. Yo vivo gracias a que como la naturaleza, yo vivo gracias a que respiro la naturaleza. Los indígenas, los persas, los egipcios, los griegos, los romanos, los chinos, los aztecas, los mayas, los incas: la madre naturaleza. Y no se conocían, ¿eh?
Cuéntanos la historia de “La Chica de Humo”.
Pues en Italia, grabando un disco, el disco de... dónde está “La Chica de Humo” exactamente, estábamos sentados en el piano Mauro Malavasi y yo y Mauro Malavasi empezó a tocar unas notas y nos fuimos a comer. Y las notas oye, ¿y eso que tocaste? No, estaba jugando. ¿Y por qué no seguimos jugando? Pero ya no me acuerdo, pues era así, ¿no? era esto y era aquello. Ti, ti, ti. Ta, ta, ta, tarara. Pero es que esto no lo hace el piano, eso lo tendría que hacer unos metales, decía él, él toca la trompeta padrísimo. Entonces él en su cabeza sentía: Tapa parabara barara, piririra. Y la estaba tocando en el piano. Y así nació La Chica de Humo, jugando entre canción y canción, yéndonos a tomar un café y a regresar y ahí brotó la chica.
¿Y por qué se llama “La Chica de Humo”?
Pues porque es la que siempre se escapa, la que está pero no está, con la que quieres estar y la que te torea.
Oye, y hablando otra vez del disco nuevo de “Retro”, son canciones clásicas que ya dijimos pero también hay dos canciones nuevas: una que te escribió Fato y la otra que escribiste tú con tu hijo.
Con Alexander.
Que se está estrenando como cantante. Cuéntanos un poquito.
Hicimos el disco, te digo que lo grabamos en el auditorio nacional y luego lo grabamos en La Arena Monterrey y él cantó también en el show, lo van a ver si compran el disco y ven el DVD. Cantamos, luego vienen pues todas las canciones de mi carrera, o muchas, y luego hay dos canciones nuevas, una que escribí con Alexander, que se llama “Brilla la Mar”, que es como mediterránea y otra canción bellísima de Fato, este compositor mexicano que tenemos la suerte de tenerlo, intenso, es un hombre dedicado a la música, intenso, muy intenso, muy sensible, siente la vida, escribe muchas cosas, que se llama “La Vida Camina Sola”. Y pues yo espero que la gente le guste y que sea un disco que a la gente pues le traiga cosas bonitas, ¿no?
¿Y qué dijo tu papá cuando le dijiste que quería ser torero?
No, en mi casa todos se volvieron locos, que no.
Porque se morían del susto obviamente.
Yo creo que ningún torero quiere que su hijo sea torero.
Pero yo me imagino que después de estar toreando en una plaza de toros y además con un toro enfrente que te puede matar, salir y cantarle a un estadio de 20 mil personas debe ser cómo tomar agua.
No, ¿eh? Tomar agua es eso, pero es otro toro al que tienes enfrente. Yo, te digo la verdad, yo cuando salía a cantar, la primera vez que salía cantar no sentí miedo, sentí... había pasado mucho miedo en la plaza, o sea, ese momento que tu estás con el capote, que ya toreó este y que va a salir otro toro y que te toca a ti y es un silencio y la gente está y tú no escuchas a la gente y no escuchas a los que están a tu lado y estás: “¿Qué va a salir por ahí? Porque no sabes qué va a salir, ¿no? por la puerta. Entonces cuando sale el toro que nadie lo toreó antes, eso es otra cosa ¿no? Entonces, yo cuando salí a cantar la primera vez no, no sentía el miedo pero sí sentía el nervio.
Y tú eres, cuando cantas, muy teátrico. Yo siempre que digo el nombre Emmanuel, la gente me hace un gesto que es típico tuyo. ¿Esto es un poquito de transferencia de la plaza de toros al escenario o nunca lo pensaste así?
Puede ser. Puede ser, yo hacia muchos ejercicios con el cuerpo y entrenas mucho, como los boxeadores, haciendo sombra tú con una muleta, te imaginas el animal, toreras. A mí me gustaba el rock pero me gustaba también la parte romántica, ¿no? Entonces los pies los mueves, los bailas pero una canción romántica del grupo Heavy Metal o el más picudo que tú me traigas ahorita, cuando llega la canción de amor esa canción de amor se va por encima de todas las rítmicas de ese mismo grupo. Porque todo mundo se enamora y todo el mundo tiene que decir te amo y lo dices: te amo. No dices: ¡te amo! y sales corriendo, ¿no? Entonces, ese momento íntimo pues todos los seres humanos lo tienen, todos los artistas, todos los músicos, lo escriben y son grandes éxitos, ¿no? Entonces yo empezaba a cantar esas canciones románticas pero dentro de mí y de mi formación musical de niño había una cuestión de desarrollo corporal que no la podía sacar, o sea, yo no podía cantar “ah, al final” y moverme. Entonces empecé a cambiar mis propias canciones, meterle más rítmica a esas canciones y empezó a brotar una necesidad de expresión corporal que mucha gente me dice: es baile. Yo no sé si es baile o no es baile. Sí sé que es una expresión corporal que brota en ese momento porque es una cuestión que tiene que ver con lo que estoy sintiendo y lo que me está pidiendo el cuerpo.
Y cuéntanos un poquito la historia de Detenedla ya.
Ah, esa historia es genial. Esa historia Manuel Alejandro la escribe, esa canción, nosotros estábamos terminando el disco de “Pobre Diablo” que se llama “Emmanuel” y me toca una canción a manera de bolero y me dije: oye, mira, esta canción no es para ti. Le digo ¿y para qué la tocas? No, porque quiero que me des tu opinión porque se la voy a dar a tal artista.
Entonces dice: y la empezó a cantar como bolero no entonces era: Detenedla ya... Así la cantaba. Que es una ladrona, detenedla. Y yo empecé a escuchar la letra y los tres cambios que tiene la canción y dije: ¡Guau!, es un canciononón, sobre todo lo que está diciendo la letra, ¿no? y melódicamente la descubrí un poquito después porque me la cantó así. Le dije: “Oye no, no se la ves a nadie”. Es que es muy adulta, no es para ti. Le dije: “No, no, no, pues vamos a rejuvenecerla, vamos a ponerle 15 años de edad, quítale 20. Métele cirugía. Maravilloso, es una bomba la canción.”
¿Qué momento ha sido más significativo para ti?
Yo creo que hay muchos momentos significativos, yo creo que tu primer sueño es grabar una canción. Bueno, ya hiciste tu primer disco, sale el disco a la venta y de pronto lo están sonando en la radio, pues ya significa algo. Y entonces de pronto te dicen que tu canción no funcionó, pues también significa algo.
[Risas]
Y luego que la siguiente le fue mal pero que tu disco no vendió nada y que ¿por qué no escribes de otra manera y no te vistes diferente? Que eso me decían a mí, ¿eh? Por supuesto el día que me escogieron, que me dijeron que me iban a lanzar como la voz del Heraldo pues fue un momento padrísimo, fue un momento muy fuerte, yo recuerdo que salí a cantar, cerré los ojos como siempre, ahorita te canté con los ojos cerrados, es como hacer el amor. No podemos hacer el amor con todos los reflectores y la familia aplaudiendo: bravo, bravo, fenomenal! No se puede, ¿entiendes? es a media luz. Yo creo que la música se tiene que escuchar a media luz para que las sensaciones visuales no te alteren. Y me acuerdo que yo canté así y cuando terminé me dijo: oye, pues nunca abriste los ojos. No, es más, no me acuerdo ni de haber cantado. Estaba en frente de mí María Félix, don Pedro Vargas, Raphael y 150 artistas más porque era la fiesta más importante y yo venía de los toros y de pronto me puse a cantar enfrente de una cámara que bueno, ahorita vemos a la cámara y ya entiendes que a través de la cámara nos está viendo muchísima gente a donde tienes que llegar. Y verdaderamente todos nosotros tenemos que llegar a través de la cámara a millones de gentes que nos están viendo, ¿no? ¿Qué pasó en el estudio, estuvo padre, no estuvo tan padre? Sí es importante pero es mucho más importante qué ocurrió allá y qué enseñamos allá. Pero yo esto no lo sabía, entonces yo vi un robot, entonces... cerré los ojos, dije: hasta luego robot, porque pues no me vas a dar nada, yo no entendía, cerré los ojos y adiós.
¿Y qué cantaste?
Canté esa: “En mis Lágrimas Bebí”. Y bueno, eso fue significativo; después haber cantado con don Pedro Vargas, con Lola Beltrán...
Oye, y no quiero que se me vaya la hora sin que hablemos un poquito de tu fundación. Ahora que te preguntaron que qué le dirías a los jóvenes yo pensé que ibas a decir algo sobre el ambiente, que ha sido una causa tuya por muchos años y que ha sido una manera de vivir tuya, ¿no?
Ora, a la juventud en estos momentos se les está enseñando un respeto al medio ambiente, pero ya es obligado, esto ya es a la fuerza, o lo respetamos o el medio ambiente se hará cargo de llevarnos al tranvía, ¿no? entonces nosotros tenemos que respetar esto que nos dieron, que es bellísimo. Esto es la naturaleza. Y yo vivo gracias a esto, no gracias a que canto. Yo vivo gracias a que como la naturaleza, yo vivo gracias a que respiro la naturaleza. Los indígenas, los persas, los egipcios, los griegos, los romanos, los chinos, los aztecas, los mayas, los incas: la madre naturaleza. Y no se conocían, ¿eh?
Cuéntanos la historia de “La Chica de Humo”.
Pues en Italia, grabando un disco, el disco de... dónde está “La Chica de Humo” exactamente, estábamos sentados en el piano Mauro Malavasi y yo y Mauro Malavasi empezó a tocar unas notas y nos fuimos a comer. Y las notas oye, ¿y eso que tocaste? No, estaba jugando. ¿Y por qué no seguimos jugando? Pero ya no me acuerdo, pues era así, ¿no? era esto y era aquello. Ti, ti, ti. Ta, ta, ta, tarara. Pero es que esto no lo hace el piano, eso lo tendría que hacer unos metales, decía él, él toca la trompeta padrísimo. Entonces él en su cabeza sentía: Tapa parabara barara, piririra. Y la estaba tocando en el piano. Y así nació La Chica de Humo, jugando entre canción y canción, yéndonos a tomar un café y a regresar y ahí brotó la chica.
¿Y por qué se llama “La Chica de Humo”?
Pues porque es la que siempre se escapa, la que está pero no está, con la que quieres estar y la que te torea.
Oye, y hablando otra vez del disco nuevo de “Retro”, son canciones clásicas que ya dijimos pero también hay dos canciones nuevas: una que te escribió Fato y la otra que escribiste tú con tu hijo.
Con Alexander.
Que se está estrenando como cantante. Cuéntanos un poquito.
Hicimos el disco, te digo que lo grabamos en el auditorio nacional y luego lo grabamos en La Arena Monterrey y él cantó también en el show, lo van a ver si compran el disco y ven el DVD. Cantamos, luego vienen pues todas las canciones de mi carrera, o muchas, y luego hay dos canciones nuevas, una que escribí con Alexander, que se llama “Brilla la Mar”, que es como mediterránea y otra canción bellísima de Fato, este compositor mexicano que tenemos la suerte de tenerlo, intenso, es un hombre dedicado a la música, intenso, muy intenso, muy sensible, siente la vida, escribe muchas cosas, que se llama “La Vida Camina Sola”. Y pues yo espero que la gente le guste y que sea un disco que a la gente pues le traiga cosas bonitas, ¿no?
Nota completa en http://www.vmetv.com/
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