lunes, 25 de junio de 2007

En Viña 89

Emmanuel: Todo un Conquistador

Las viejas y nuevas canciones formaron parte del show que presentó este cantante mexicano en el escenario de la Quinta Vergara. Su actuación lo hizo merecedor de dos Antorchas y de una calurosa recepción.




Lo más importante es que el público haya sentido mis canciones, haya comprendido el concepto global de mi show. Lo demás son problemas que sólo atañen a un cierto número de personas", explicó el cantante mexicano Emmanuel, luego de que había finalizado su primera presentación en el escenario de la Quinta Vergara. Al conversar con él se percibe, en forma inmediata, sencillez y amabilidad en el trato. Pero cuando está realizando su espectáculo, uno descubre otra personalidad, una personalidad que le otorgan las canciones y la atmósfera especial que emana de ellas. "Cada vez que interpreto uno de mis temas, siento algo especial. Una fuerza y sensibilidad se apoderan de mí, y entonces me siento distinto... Creo que de esto se trata la magia del escenario", nos confesó cuando pudimos conversar en el hotel Miramar, luego de que había ofrecido sus dos actuaciones en el Festival de Viña del Mar.

Su rostro lucía cansado y menos transpirado que las noches que actuó. Sin embargo, el calor y la emoción de ese momento volvieron a surgir cuando la conversación lo requirió. De todo lo que tiene que vivir un artista cuando participa en un festival de esta especie: las miradas de los curiosos, el excesivo entusiasmo de las admiradoras y la persecución continua de la prensa. Hubo todo un espectáculo fuera del escenario. El que se dio en las calles, en el hotel, en las bambalinas, donde iba Emmanuel se acumulaba la multitud y los disparos del flash eran instantáneos. Sin embargo, siempre tuvo un momento para compartir con su familia, en especial con su esposa y su padre, los que lo acompañan a la mayoría de sus giras v presentaciones, "la familia es muy importante para mí, y cada vez que puedo, los llevo conmigo. No me gusta alejarme de ellos. Soy una de esas personas que necesitan sentir el afecto desde muy cerca; creo que un artista tiene el derecho de llevar una vida normal, dentro de todo lo relativo que acontece en el mundo del espectáculo", comentó.

Muchos pensarán que un artista tan conocido como Emmanuel debe ser protagonista de mil romances, pero esta apreciación no hace más que conducirnos a un juicio totalmente errado, ya que su seria y mesurada actitud cuando concluía cada actuación nos permitió conocerlo mucho más como hombre y ser humano. Luego de terminada su primera actuación en el Festival, nos unimos al equipo de la televisión hondureña para tratar de aproximarnos un poco más a este astro de la canción popular en Latinoamérica y Europa. Lo esperamos hasta que llegó al hotel Miramar, donde primeramente comió con toda su familia y escuchó con atención los consejos que le daba su padre, Raúl Acha: "No debes ser tan efusivo" o "tendrías que haber cortado la canción en otro momento...", son algunas de las precisiones que alcanzamos a escuchar en el comedor principal de este recinto turístico. "Mi padre es el mejor amigo y el mejor crítico que tengo. El se atreve a decir todo lo que piensa y nunca se ha callado algo que podría dolerme", afirmó Emmanuel, cuando hablaba con el conductor de la televisión hondureña. En la conversación desprendió todo su sentimiento acumulado en el primer encuentro con el público viñamarino y sus planes más inmediatos en el campo profesional. "Tengo muchas ganas de llegar con un disco en inglés a la Unión Soviética, ya que el público de ese frío país es muy especial e igualmente cálido a la hora de escuchar buena música. Al estar en Rusia me di cuenta de que todos somos capaces de vibrar con una misma razón, me di cuenta de que las diferencias filosóficas y políticas no son un buen parámetro para medir la sensibilidad humana y la capacidad para comprender la música que a todos nos pertenece", afirmó.


Esa mágica sensibilidad

Emmanuel reúne muchas virtudes que lo hacen un hombre atractivo arriba del escenario, pero las más importantes de todas son el gran magnetismo y sensualidad que despide. Todo su cuerpo y voz se armonizan para crear el mensaje perfecto, la dualidad comprometida con la fuerza y el espíritu. "Hay que sentirse especial al momento de cantar, porque ésa será la única forma de llegar verdaderamente al público. Y este público es todo vigor, es muy rico actuar con tanta efervescencia", así lo aseguró luego de haber recibido su segunda Antorcha en Viña del Mar.
A través de este espectáculo, Emmanuel se reencontró con Chile y superó la ausencia de seis años. Una ausencia motivada por otras razones, por un malentendido suscitado entre el padre de Emmanuel y el vicepresidente de la comisión organizadora del Festival de Viña del Mar.
"Entre lunas" fue un espectáculo donde Emmanuel lució ampliamente sus condiciones vocales y rítmicas y provocó mágicamente la comunicación con el público. Cada vez que sus caderas giraban, cada vez que su voz se quebraba y cuando cantaba la contagiosa canción "Toda la vida", las mujeres gritaban totalmente fuera de sus casillas, y si uno ponía atención en la multitud del palco y en la platea, se podía escuchar el siguiente comentario: "¡Estoy dispuesta a perder la dignidad...!", frase que gráfica en su totalidad el sentimiento que llenó y vagó por todos los rincones de la Quinta Vergara, por lo menos cuando Emmanuel ofreció su espectáculo.


Sus definiciones

Familia: "Mi mayor felicidad y lo más hermoso que poseo. Creo que la única forma de crecer en la vida es el contacto con las personas que uno más quiere. Sé que podría soportar muchos dolores en mi existencia, pero estoy seguro de que perder a uno de mis parientes sería algo terrible, algo que no quiero vivir".

Trabajo: "Una gran pasión, un momento especial para poder soltarme y decir todo lo que siento. Soy un profesional muy consciente de mis capacidades y mis límites. No soy un soñador ni menos un vanidoso que sólo busca ser popular".

Dinero: "Es lo que se merece cada ser humano para poder vivir en este mundo y tratar de llevar una vida decente. No me gustan los excesos, pero cada uno trabaja en la forma que puede, y debería recibir lo justo por eso. Lo malo de este sistema es que siempre hay desajustes y malos tratos que hacen florecer la mezquindad del ser humano”

Chile: “Un hermoso país, un lugar donde la gente despide cariño. Aquí me han dado la oportunidad de crecer, y eso lo valoro muy íntimamente. Los chilenos son cariñosos y están muy deseosos de tener sus propios ídolos, sus propias fantasías. Creo que entre Emmanuel y Chile hubo buenos momentos y maravillosas visiones".

Fracaso: "Una amarga experiencia. Amarga, pero de una forma muy intima, ya que no es necesario fracasar ante un público para sentirse miserable. Creo que en mi vida he sufrido derrotas muy personales, que estoy seguro que me duelen mucho más que una profesional".

Torero: "Un lindo sueño, un ideal que nunca pude terminar de vivir. Esa fue una muy linda etapa, que muchas veces prefiero no recordar. Sin embargo, he pensado que todo estaba previsto desde antes, ya que si no hubiera sufrido ese accidente, nunca me habría dedicado a la música".







Su show “Entre Lunas” y la participación de un singular enanito hicieron de Emmanuel uno de los artistas más aplaudidos en la Quinta Vergara. Lo que le valió, como la fotografía lo indica, la conquista de una primera Antorcha de Plata.




Revista Vea, especial, 27 de febrero de 1989.

1 comentario:

Emmanuel en Chile dijo...

Del show de Emmanuel en Viña 1989 se guardaron recuerdos recurrentes en los años posteriores y se guardan recuerdos hasta hoy. La razón de ello es, en dos palabras, porque se debió a un show simplemente espectacular. Los que estuvieron esa noche, dentro de los cuales me cuento, recordarán en sus corazones una sensación de encanto y magia que nos rondó a todos por varios días. Un gran y sofisticado show, muchas canciones y una puesta en escena nunca antes vista en el festival en donde artista y músicos conformaban un todo y daban expresión visual a cada canción.
Recuerdo que a Emmanuel le correspondió abrir los fuegos de esa XXX versión del festival y la apertura con “La noche arde” fue estridente, más aún con ese silencio con el que culmina la primera parte de la canción, luego creo que vino “Es mi mujer” y el tercer tema fue “En la noche”, en donde el juego de luces generó la atmósfera necesaria para que Emmanuel interpretara ese tema pop-romántico. Al finalizar esta canción la gente ya pedía antorcha a cántaros. Nótese bien este detalle, estamos hablando de cuando el público de la Quinta Vergara era conocido como El Monstruo y era de temer, cuando el premio se otorgaba en justo y estricto mérito artístico, de lo contrario el artista era abucheado y obligado a retirarse del escenario: hasta ese entonces nunca se había visto similar petición al cabo de 9 minutos de actuación de un artista.
El show avanzaba hasta llegar al potpurrí de “Con olor a hierba, El día que puedas, Tengo mucho que aprender de ti, Todo se derrumbó dentro de mi, Insoportablemente bella, Tú y yo y Si ese tiempo pudiera volver. Al inicio del potpurrí, Emmanuel se tomó unos minutos para contar una singular historia de seducción:
“Las mujeres a la 10 de la noche se tienen que ir a casa (nooooooo, dice el público femenino) no? (noooooo), eso es generalmente verdad? (noooooo), porque si no se van las regañan? (noooooo). Generalmente ella le dice a él que ya la suelte, ya suéltame, suéltame que me tengo que ir, que me van a regañar (gritos del público). Y el hombre no la suelta - y el hombre quédate un poquito más - y ella que me tengo que ir. Y se van a dar cuenta, quédate un poquito más (gritos del público). Pero un hombre tiene muchas virtudes (expresiones de dudas del público). Que pasó, que pasó, como que no? El hombre tiene muchas virtudes (expresiones de dudas del público).
Bueno, cuando la mujer dice que se tiene que ir, el hombre echa mano a una de sus virtudes: la comprensión. El hombre es comprensivo con ella, lindo, tierno, amoroso, romántico (aplausos del público), algunos hasta dan dinero. Bueno la cosa es que mientras ella se prepara para irse y él lleno de comprensión le dice que se vaya, le dice de todas maneras te van a regañar aunque llegues temprano a casa y no hayan dado las 10 de la noche. Ella pregunta que por qué – y él ja,ja,já, ja, ja, já - te van a regañar porque traes la falda al revés (gritos del público), te van a regañar porque tras puesta mi camisa y no tu blusa (más gritos del público) y tienes el pelo lleno de ramitas y de pajitas y de hojitas (más gritos del público) y te van a preguntar que estabas haciendo en el suelo (más gritos del público). Entonces ella se empieza a cambiar la blusa, la falda, y mientras ella se arregla la falda del derecho al revés, él llega por detrás y ¡fauu! (más gritos del público). Nuevamente - ya se le olvida la comprensión, se olvida de todo – y le dice a ella cositas en el oído, la trata de convencer para que se quede, le dice por ejemplo algo suave, algo que no moleste – y ella está deseando que se lo diga – le dice por ejemplo, no te salgas de mis brazos, sigue echada así en la hierba….”
El potpurrí se convierte en una liberación de energía con “Tú y yo”, y una gran explosión de bombas de humo lo culmina con “Si ese tiempo pudiera volver”.
El público le premia con la antorcha de plata y corea su nombre insistentemente. Y el show continúa con “No me sientes” y una marea humana que alzaba las manos de un lado a otro siguiendo la cadenciosa melodía del tema.
Los primeros acordes del siguiente hit son recibidos entre gritos – “Toda la vida” – y la Quinta Vergara se transforma en una caldera que revienta. Muchos gritos y vítores, una euforia que se prolonga con el arreglo de metales al final de la canción. Emmanuel inicia su despedida, pero el público no le deja y grita con todas sus fuerzas para que regrese.
Emmanuel se retira del escenario y el mítico animador Antonio Vodanovic tantea el ambiente intentando continuar con el resto del show del festival, pero no puede, es en vano, el grito de regreso es exigente, interminable y asfixiante. Entonces Vodanovic dice “bueno, vamos a hacer una cosa, la última, la última (gritos del público), la última luna de Emmanuel como despedida de esta noche” y los gritos vuelven al escenario en medio de una tenebrosa risa que da inicio a la canción, sólo un atisbo de la sorpresa que coronaba el show. Las luces iluminan el escenario y el público se desata en gritos al ver a Emmanuel aparecer sobre el escenario con un abrigo largo blanco y un sombrero oscuro, junto a sus músicos disfrazados, montando en escena ni más ni menos que el mismísimo video clip de la canción, expresando a través de coreografías el mensaje de cada una de las lunas. Hasta que aparece el enano del video clip, ente la tercera y la segunda luna, y el público se pone de pie y se deshace en emotivos aplausos. El video de esa interpretación de la Ultima Luna fue recordado en los recuentos posteriores del festival en forma casi religiosa, al menos por tres años seguidos, y quedó en la retina del pueblo la escena en que la cámara capta a Emmanuel y el enano danzando al son de la canción en medio de expresivos y contundentes aplausos del público, como una señal elocuente de reconocimiento a la entrega artística y magia desbordante de esa noche.
“Salió volando por la ventana, era el hombre del mañana, salió volando por la ventana, era el hombre del mañana, salió volando por la ventana, era el hombre del mañana, Chileeeeeeeee, saben que son ustedes, el hombre del mañana”….expresa con fuerza Emmanuel en su despedida.
Sin duda, uno de los mejores shows en la historia del Festival de la canción de Viña del Mar.