lunes, 11 de junio de 2007

En Viña 89

Emmanuel: Entre lo romántico y lo rítmico

La verdad es que a nadie le importa cómo fue que se superaron los problemas que impedían que el astro mexicano estuviera sobre el escenario de la Quinta Vergara, pues lo único que interesa es ver su show entre aplausos y luces…”Entre Lunas”…





Muchas veces se le propuso, muchas veces se propuso…, muchas veces fue rechazado, pero ahora cuando el más importante certamen musical de Latinoamérica cumple sus treinta años de vida, el retorno del cantante mexicano Emmanuel al show del Festival Internacional de la canción de Viña del Mar es un hecho, ya que estará mostrando sus nuevos y antiguos éxitos, a partir de mañana, durante las dos primeras noches del evento.

¿Cómo se concretó su venida al festival? Es una incógnita; ¿cómo pudieron ser superados los problemas que el artista o su representante, tenía con la Comisión Organizadora del mismo?, también es un misterio, porque nadie ha querido señalar cuál de las dos partes cedió en su postura. Pero eso a estas alturas ya parece no importar, puesto que lo que en realidad tiene valor es que Emmanuel mostrará lo suyo a las miles de admiradoras que, directamente en la Quinta Vergara o a través de la televisión en todo Chile, lo siguen sin meterse en ningún tipo de líos, ya que sólo les interesa su música, su estampa, sus “movimientos fotográficos” y su indiscutible fuerza interpretativa que tanto lo distingue en el universo de la música popular.
Lo que mostrará, según declaraciones propias, será su espectáculo “Entre Lunas”, un show que lo pasea armónicamente desde lo romántico a lo rítmico, con gran despliegue escénico, de luces, baile y sonido. “Claro que debido a las condiciones de espacio y escenografía de la Quinta Vergara tendré que adaptar mi show, tal como lo hacen todos los artistas, pero siempre pensando en ofrecer lo mejor de mi producción, que es lo que me importa, sobre todo aquí en Chile y más en el Festival, por dos razones que son fundamentales. Una, el respeto y cariño que siento por la gente de este país y, la otra, porque éste es el encuentro musical más importante de toda Hispanoamérica. Sus treinta años dan cuenta de ello.”
En todo el tiempo que Emmanuel estuvo alejado de la Quinta Vergara (desde 1983) su producción musical, tanto como creador y como intérprete, no se ha detenido; es más, ha sido de tal calidad y reconocida que lo ha llevado a incursionar con éxito cada vez más creciente en el difícil mercado norteamericano y anglosajón europeo, sin dejar de lado, por cierto, lo que él llama sus raíces: América latina y su lenguaje.
“Desde el principio de mi carrera me propuse la meta de alcanzar, como mercado, el mayor número de países y pueblos, porque de eso vivo: mi música y mi público, por lo cual nunca me puse fronteras, ni siquiera de idiomas. Frente a eso, el hecho de que ahora esté componiendo y grabando en inglés no significa que vaya a dejar de lado la lengua hispana, sino que estoy ampliando mis horizontes…, pero lo internacional que me pueda tornar, no me hará dejar de lado el mercado latino”, señala.
Sin ir más lejos, su último disco, que terminó de grabar en septiembre pasado, fue compuesto mayoritariamente en inglés (sólo tres de los diez temas de ese elepé fueron escritos en italiano, el resto, en inglés). “Lo grabé en Los Angeles y en Italia, aún no tiene nombre, y siete de esas letras son mías. Se supone que después de marzo próximo será lanzado al mercado en dos versiones, una en español y la otra en inglés…, claro que esa decisión la debe tomar mi sello grabador. Como todas o casi todas las canciones están escritas en inglés con un sentido y una intención determinada, la versión en castellano será eso, una versión, ya que se mantendrá la música, eso está claro, pero puede que la letra varíe.”
Eso de las versiones diferentes de una misma canción a veces es complicado, porque sucede que las letras no siempre logran el mismo impacto que la canción en su idioma original. “Por ejemplo, se podría pensar que el hecho de que Olivia Newton-John haya gabado una versión en inglés del tema “Toda la vida”, a mi me pueda servir para ingresar con mayor facilidad al mercado norteamericano, pero no ha sucedido así…Eso pasa porque la letra en inglés dejó de lado toda la poesía que tiene el tema original (escrito por el italiano Lucio Dalla). Olivia no me ha hecho ningún favor.”



Experiencia en Rusia

Uno de los trabajos más importantes que ha realizado el mexicano en el último tiempo, a parte de la grabación de “Entre Lunas”, que marcó definitivamente su nueva línea, que fluctúa según el mismo “equilibradamente entre lo romántico y lo rítmico”, y no deja de lado lo comercial, fue su participación en la embajada de escritores y compositores de rock de América, que en 1988 llegó hasta la Unión Soviética para efectuar un trabajo conjunto con rockeros de esa nación, que en forma paulatina se abre a la modernidad de la música popular, después de haber estado mucho tiempo estancada en los éxitos de los años 60.
“Fue algo muy importante para mí como ser humano y como artista. Yo era el único representante de Latinoamérica que trabajó en esta suerte de cruzada musical. El trabajo se dividió en tres etapas. La primera fue la de conocernos con los rusos (compositores) y escribir juntos. La segunda debe llevarse a cabo en la próxima primavera (del hemisferio norte); entonces grabaremos esos temas. Y la tercera será en el verano, cuando los mismos que fuimos el año pasado realicemos una gira por la Unión Soviética…Esa gira me servirá también para proyectar actuaciones personales en el territorio ruso y llegar a ese mercado que por ahora no existe del todo, pero que cada día toma mayor trascendencia, por lo menos para los rusos, que debieron vivir escuchando lo que el sello estatal, el único que hay, les ofrecía.”
Esa experiencia, valiosa sin duda, y todo el desarrollo que ha cultivado en este último tiempo, hacen que el Emmanuel que suba mañana al escenario de la Quinta Vergara sea lejos una de las mejores figuras internacionales que forman aporte del show del Festival de este año, lo que justifica plenamente el hecho de que ya no interese quién tiene que darle disculpas a quién, o cuáles fueron los arreglos que debieron hacerse para tenerlo actuando en el encuentro artístico musical más trascendente de Latinoamérica…, lo que importa es su música.






Revista Vea Nº2.585, semana del 16 al 22 de febrero de 1989.











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